No vi amanecer.
Ya pasaba la media noche cuando recibí el mensaje de texto. Mentiría si dijera que quedé en shock. Yo sólo me asusté. No sabía qué pensar, ni qué sentir. Abrí la puerta de mi casa. Apenas entré y me devolví. Salí de nuevo y cerré mi casa. Subí al carro. …